Comenario:
El hombre viejo en esta carta irradia un deleite inocente al mundo. Hay un sentido de gracia rodeándolo, como si estuviera en casa consigo mismo y con lo que la vida ha traído. Parece tener una comunicación juguetona con la esquila en su dedo, como si ambos fueran los mejores amigos. Las flores rosas cayendo a su alrededor representan un tiempo de dejar ir, relajación y dulzura. Son una respuesta a su presencia, un reflejo de sus propias cualidades.
La inocencia que viene con una profunda experiencia de vida es cándida, pero no infantil. La inocencia de los niños es hermosa, pero ignorante. Será reemplazada por desconfianza y duda cuando el niño crece y aprende que el mundo puede ser un peligroso y amenazador lugar. Pero la inocencia de una vida vivida de manera completa tiene una cualidad de sabiduría y de aceptación de la siempre-cambiante sorpresa de la existencia.
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